Empezamos con las colaboraciones externas para este Noviembre hermético, y os aviso de que este año va a haber unas cuantas. En este caso nos llega de la mano de Mario Donaire, traductor de la línea de Ars Magica al castellano y ya todo un habitual por aquí en estas fechas. Mario nos trae a un zagal británico que está teniendo una infancia complicada, ilustración de su propia mano incluida. ¿Quién dice que los niños no pueden ser grogs interesantes?
Thomas Donatien de Holland es un niño de unos seis años que ha pasado su infancia en Upholland (condado de Lancashire, Inglaterra) junto con su padre Matthew y su hermana mayor Alice. Siendo como es miembro de una familia influyente a la que el destino le depara un gran futuro, Thomas ha tenido acceso a una educación excelente, tanto en el campo de las artes como de las armas. El hecho de que sea alguien con una inteligencia sobresaliente le ha permitido aprender rápido, y a estas alturas ya sabe algo de latín y de derecho anglosajón. Como se puede apreciar, no son pocas las razones por las que su padre le podría tener en alta estima e incluso le podría profesar un cierto cariño paternal, sin embargo, desde aquel desagradable incidente en el condado de Devon, las cosas han cambiado para el muchacho, y lo han hecho para mal.
Sucedió hace unos meses, cuando Matthew y su hijo habían ido a la biblioteca de la catedral de Exeter a vender un valioso libro (o conjunto de libros) que el abuelo del muchacho había encontrado en una de sus muchas «incursiones» en Francia (por cuyas gestas había conseguido el apodo del «guerrero»). El obispo en persona, Simon de Apulia, les dio la bienvenida y les invitó a la capilla, donde la catedral guardaba sus libros, para evaluar el ejemplar que Matthew traía. Apenas el viejo bibliotecario hubo tomado el primer volumen de la obra, Thomas comenzó a observar la extensa colección que guardaba la catedral (unas decenas de libros, de hecho). A pesar de su silencio y de no haber tocado nada, Thomas fue reprendido por el bibliotecario y tuvo que alejarse de ellos, con tan mala fortuna de ir a parar junto al obispo, el cual no tardó en propinarle un puntapié y ahuyentarlo hasta las faldas de su padre, al que señaló con el dedo y le pidió que se llevara de allí a aquel maleducado. Matthew se ofendió al principio, pues sabía que Thomas no podría haber importunado al obispo, pero después empezó a dudar y, cuando lo cogió del hombro para preguntarle qué había pasado, sintió una terrible desazón y se marchó de allí no sin cierto bochorno.
El camino de vuelta fue terrible; el enfado de Matthew no hizo más que crecer y sus reproches no hicieron sino aumentar con cada jornada de camino. Su padre le echó en cara que no hubieran podido vender los libros y que le hubiera avergonzado ante el obispo. Cuando llegaron, el niño era prácticamente culpable de todos los males de la familia, tanto pretéritos como futuros.
Thomas perdió el favor de su padre y, cuando éste contó en casa lo que había pasado, de su hermana y madre. Le privaron de sus clases y le recluyeron en sus aposentos. Sin embargo, tampoco pareció bastarles. A las pocas semanas fue entregado, junto con una importante dote, al monasterio Agustiniano de Burscough, donde por desgracia tampoco tardó en ganarse la enemistad del prior y del resto de hermanos.
Rechazado por su comunidad, Thomas vive en terrible soledad, soñando con que su vida pueda cambiar.
Consejos de interpretación: Mantén tu mirada clavada en el suelo, no vaya a ser que alguien se fije en ti y pueda reprenderte. Procura no hablar demasiado alto y siempre cuando se te exija. No muestres alegría ni sonrías, Dios no quiera que tu felicidad pueda ofender a otros; tampoco gesticules demasiado ni hagas aspavientos con las manos. Sé escueto en las respuestas, adáptate a las demandas de tu interlocutor y acepta cualquier culpa que te echen, siempre con contrición, y los posibles castigos derivados de la misma. No salgas de tus aposentos con las manos vacías (un rosario, un papel, una pluma, un bicho, lo que sea aceptado por la comunidad en la que te encuentres): fijar tu atención en algo ajeno al entorno justificará tu ausencia y atenuará tu culpa.
Idea para historia: Los magi escuchan hablar de un muchacho brillante en Burscough que, sin embargo, ha conseguido que la población y el monasterio lo miren con animadversión. Después de observarlo durante un tiempo acaban convencidos de que tiene El Don y harán lo posible para hacerse con él (esto podría ser un relato por sí mismo). Thomas, al verse liberado de su mundo, se sentirá feliz de su suerte, lo que seguramente cambie cuando los magi descubran que no pueden introducirle en las Artes. ¿Qué será del muchacho y qué harán con él en la alianza?
Thomas Donatien de Holland
Características: Inteligencia 0, Percepción -3, Presencia -3, Comunicación -2, Fuerza -4, Vitalidad -4, Destreza -6, Rapidez -5*
Tamaño: -2*
Edad: 6 (6)
Decrepitud: 0
Informidad: 0 (0)
Puntuación de confianza: 1 (3)
Rasgos de Personalidad: Afable +3, Miedoso +2, Generoso +1
Reputaciones: Soez (Burscough) 4
Virtudes y Defectos: Monaguillo; Estudiante Competente, Infancia Privilegiada, Inteligencia Notable; Aire Mágico (excepcionalmente para un grog)
Combate:
Esquiva: Ini 0, Ataque –, Defensa +3, Daño —
Aguante: -4
Niveles de fatiga: OK, 0, -1, -3, -5, Inconsciente
Penalizaciones por heridas: -1 (1-3), -3 (4-6), -5 (7-9), Incapacitado (10-12), Muerto (11+)
Habilidades: Artes Liberales (música) 1, Atención (encontrar errores) 2, Derecho Anglosajón (leyes del condado de Lancashire) 2, Don de Gentes (nobleza) 2, Encanto (profesores) 2, Inglés (cortesano) 5, Latín (académico) 2, Un Arma (espada larga) 2
Equipo: un hábito de lana sin teñir, una cuerda para atarlo y unas sandalias de esparto
Apariencia: Thomas tiene el pelo rubio y los ojos verdes. La expresión de su mirada es franca y, si no fuera por su Aire Mágico, transmitiría confianza. En conjunto, sus rasgos son armoniosos, aunque lo que más destaca de todo es su sonrisa, la cual embellece un rostro que de otra forma sería simplemente bonito.
* Características ajustadas en función de su edad, tal y como se indica en el manual Apprentices.
Mario Donaire
4 noviembre, 2020 at 10:27 am
Como siempre, gracias por brindar este espacio, Teotimus. Espero que el bueno de Thomas encuentre su lugar en la mayoría de alianzas (él desearía estar en la biblioteca o scriptorium) y, por qué no, adquiera la suficiente relevancia como para convertirse en un compañero en el futuro.
Teotimus
4 noviembre, 2020 at 10:48 am
Como siempre, muchas gracias a ti por participar, Mario. Y sí, el bueno de Thomas se merece una vida mejor: sus padres le repudian, los magos no pueden abrirle las artes… ¿qué será de él?