Como cada año, ahora que termina 2017 quiero hacer un repaso de lo que han dado de sí estos doce meses, sobre todo a nivel de microcosmos rolero personal, en doce puntos sin ninguna relación ni orden especial. Sí, es una de esas entradas absurdas y personales, pero como ha sido un mes de diciembre en el que muchos otros roleros han hecho algo semejante con cierto desafío, pues yo lo hago a mí manera, oiga. Así que sin más dilación, ahí van los 12 de Ars Rolica:
12. Letargo. Este 2017 ha sido un año infernal a nivel laboral. No he parado. Eso no solo ha afectado a la frecuencia con la que he jugado a rol (que ha pasado de ser «muy poco» a «casi nada») sino a la frecuencia de actividad de este blog, que también se resintió mucho durante la primera mitad del año. Por suerte a partir de julio la cosa me dio un pequeño respiro y pude recuperar una frecuencia razonable de publicación, pero aun así casi me he limitado a poner únicamente reseñas de cosas que iba leyendo. Os juro que por un momento pensé en echar el cierre…
11. Números. La consecuencia de ese letargo ha sido un número menor de entradas respecto al año pasado (50 por 75, ahí es nada) y también menos visitas y menos comentarios, claro (los números específicos no los pongo porque son risibles). La entrada más visitada de entre las publicadas este año ha sido la reseña del Conan de Modiphius, seguida de la adaptación salvaje de los personajes de la serie Dark Matter. Ambos, sin embargo, están muy lejos de las visitas recibidas por entradas clásicas de este blog como la reseña de Cultos Innombrables o la dedicada a cómo perderle el miedo a Ars Magica que siguen siendo las más visitadas año tras año. Es lo que tiene (imagino) que te enlacen entradas en sitios con mucho tránsito…
10. Desintegración. Este año (sí, no ha sido muy bueno, para qué negarlo) también ha estado marcado por la desintegración gradual de mi grupo de rol de toda la vida. Hemos perdido a dos valiosos miembros, dejándonos reducidos a un pequeño grupo de apenas cinco personas (cuando llegamos a ese número). Además, jugar en vivo es una quimera y hacerlo online empieza a ser nuestra única alternativa. Es cierto que he jugado puntualmente con otros grupos con los que me lo he pasado igual de bien, pero ver cómo tu grupo de toda la vida se va desdibujando, por mucho que sea ley de vida, no es agradable. En fin, veremos si de cara a 2018 nos acabamos de desintegrar del todo, nos mezclamos con otros roleros o simplemente nos mantenemos a flote..
9. Partidas. Como decía, los problemas de tiempo han hecho que jugara muy poco durante el año, aún menos incluso que el anterior. Excepción hecha de las partidas salvajes que comento más abajo, creo que lo único a lo que he jugado ha sido una sesión de Conan. Voy a pasar de puntillas por este punto antes de darme cuenta de lo deprimente que es y pegarme un tiro…
8. Fantasy Grounds, el oasis. Sí, sé que el año pasado también puse una cosa muy parecida. Pero es que Fantasy Grounds ha pasado de ser una alternativa a ser el único flotador que me mantiene activo como rolero. El 99% de partidas del año las he jugado por esta plataforma online, que cada vez me sorprende más con las innovaciones que va introduciendo. Es una pena que el gran salto a la versión Unity que todos llevamos tiempo esperando se esté retrasando tanto, porque tiene una pinta todavía mejor…
7. Gastos y crowdfundings. Aunque cada vez compro menos en físico (cosas de no vivir en un palacio, oiga), este año he comprado tanto rol como siempre, no solo en productos digitales, sino en un buen montón de proyectos de crowdfundings. Hasta doce han caído este año, varios de ellos con gastos compartidos con otros fans, para que el boquete en la cartera sea algo más pequeño. Algunos ya me han llegado y son sumamente interesantes (véase el nº 5 de esta lista, por ejemplo), otros han resultado ser un poco bluff (The Star on the Shore) y aun hay otros que hoy en día tienen un futuro incierto (ese Talislanta…). A destacar, claro, la abundante presencia de proyectos salvajes: Buccaneer, The Monster Hunters’ Club o el propio Flash Gordon son buena muestra. Y ya que hablamos de bolsillo, mención obligada para Lulu, la plataforma de impresión bajo demanda, cuyas constantes promociones han hecho que me gaste también unos cuantos cuartos en copias para uso personal de algunos manuales…
6. Arriba los bárbaros. Un año más, la espada y brujería ha sido una constante en mis lecturas (e incluso mis escasas partidas) roleras. La llegada del ya mencionado Conan ha sido un soplo de aire fresco que incluso he probado en mesa, disfruté como un enano leyendo el Sakrynia de Gonzalo Durán (que aún no he probado) y también le he vuelto a dar caña (aunque no tanto como me gustaría) a Beasts & Barbarians, para el que incluso llegué a traducir un par de aventuras oficiales al castellano y preparé un mazo de aventuras específico para la ambientación. La llegada de la Steel Edition (también en castellano) de B&B parece garantizar el rol bárbaro de cara al año que viene…
5. TORG Eternity. Sí, sé que todavía no ha salido a la venta para el gran público, pero para mí una de las novedades más interesantes del año ha sido el TORG Eternity de Ulisses Spiele. Es la resurrección de un clásico de los noventa que vuelve a la vida con un claro aroma salvaje (no en vano anda por allí el mismísimo Shane Hensley), y que creo que puede dar mucho juego. con su carácter «multigénero» como principal argumento. Uno de mis objetivos de cara al nuevo año es darle tiempo de mesa al juego para ver qué tal funciona… y cruzar los dedos para que alguien se decida a sacarlo en castellano más pronto que tarde. Por si alguien quiere saber más, se puede leer la reseña que puse por aquí en su momento.
4. Loco por la lectura. Poco tiempo, pocas partidas… como cada año, he acabado refugiándome en las lecturas de rol, cuando el (escaso) tiempo me lo permitía. Este año he intentado alternar lecturas salvajes con otras temáticas, tocando todos los palos e intentando recuperar un género, el del terror, que tenía un poco abandonado desde hacía tiempo. Desde Silent Legions hasta Leagues of Gothic Horror (y of Cthulhu), pasando por Pulp Cthulhu o incluso Chill, este año me he quedado con muchas ganas de volver a probar el terror en la mesa. Otro propósito para el año próximo…
3. Lo salvaje. Un año más, Savage Worlds ha focalizado mi actividad rolera. He seguido con mi campaña de 50 Brazas (que se aproxima a su fin, y nos lo estamos pasando en grande), he arbitrado un par de partidas de B&B e incluso he hecho mis primeros pinitos con ETU. Me quedé con las ganas de jugar una mini-campaña de Ultima Forsan que se me puso a tiro (pero de nuevo, el tiempo me lo impidió) y tengo preparadas varias cositas cortas (con especial mención a Weird War I) que quiero probar en cuanto tenga una mano libre… si es que ese momento llega algún día.
2. Noviembre hermético. El no tener saga activa de Ars Magica, combinado con la práctica desaparición del juego a nivel editorial a ambos lados del charco, ha hecho que la presencia del juego en el blog haya sido residual. Incluso el proyecto Aegis ha quedado parado por enésima vez. Así las cosas, creía que este año no habría Noviembre hermético. De hecho, el día 29 de octubre aún no tenía escrita ni una sola línea. Pero al final me vine arriba y decidí liarme la manta a la cabeza, lo que acabó siendo una muy buena idea. El concepto de las fuentes de vis era asequible y a la vez útil, y aun así solo logré hacer 20 de las 30 fuentes que tenía previstas. Pero no he olvidado que os «debo» diez fuentes, amigos…
1. Proyectos. El año pasado dije que quería diversificar un poco la temática del blog, publicando más material útil para los lectores. Ese proyecto ha quedado en agua de borrajas habida cuenta del poco tiempo que he tenido. Pero no lo he olvidado. De hecho ahora mismo ando con varias cosas, a cual más marciana: tengo a medio preparar un par de mazos de aventura para ambientaciones de Savage Worlds, un par de adaptaciones al español de materiales antiguos de Ars Magica que son bastante interesantes y un proyecto aún en pañales, que es una adaptación salvaje de Victoriana, un juego con una magnífica ambientación y un sistema que no vale un duro. Me gustaría decir que todo esto irá viendo la luz a lo largo del año que viene, pero me conformaré con termine la mitad de la mitad de lo que tengo empezado…
Y ese es básicamente mi deseo rolero para 2018. Poder terminar alguna de esas cosas (de hecho hay una que podría estar bastante cercana). Bueno, y tener más tiempo para jugar. Pero como siempre que pido más tiempo, el nuevo año me trae todavía menos tiempo del que ya tengo, casi que me voy a callar…
¡Feliz 2018 a todos los roleros de bien, y que el nuevo año os traiga a todos muchas alegrías tirando dados!