Al igual que hiciera el año pasado, quiero celebrar que este año llega a su final haciendo un resumen de lo más destacado que han dado para mí estos doce meses, a nivel estrictamente personal y rolero: desde lecturas y partidas interesantes hasta reflexiones personales sobre cosillas que han ido ocurriendo durante el año, hay un poco de todo. Allá vamos, del 12 al 1, y sin pasar por la casilla de salida:
12. Las aventuras de Phoenix. Después de cinco años en activo (jugando por correo, eso sí), este año he parado temporalmente mi saga de Ars Magica. El parón llegó después de que los magos de la alianza de Phoenix, en los confines nororientales del Tribunal del Rin, libraran una titánica batalla contra sus enemigos, los muspelli de Escandinavia. La batalla fue la culminación de una larga serie de historias y aventuras y, aunque la líder de los muspelli se les escapó de entre los dedos, fue una escena literalmente épica. Visto con unos meses de distancia, fue el momento perfecto para dejarlo: con una mezcla de desenlace y cliffhanger morrocotudo, tanto a mí como narrador como al grupo nos vino bien un pequeño cambio de aires, y a Ars le vendrá bien pasar un tiempo en la nevera. El regreso promete ser por la puerta grande, ya dicen que los viejos enemigos siempre acaban volviendo… más fuertes que nunca. Curiosamente, el hecho de parar la saga después de tanto tiempo me dejó con un extraño mono de arbitrar que ha hecho que no dejara de leer y probar cosas nuevas, como explico algo más abajo…
11. Mecenazgos, compras y burbujas. Aunque he intentado controlarme, 2015 ha sido otro año de locura con los mecenazgos. Así de buenas a primeras he picado con Blades in the Dark, Expedición a la Tierra Hueca y Shadows Over Sol, además de Occultism para Shadows of Esteren. Y esos no han sido ni la mitad de los que quería apuntarme, pero llega un momento en el que uno no da abasto. A todo ello hay que añadir las otras compras han ido cayendo durante el año, casi siempre en forma de PDFs de Drivethru, sin olvidar un par de Bundles of Holding que también han llegado a mi poder. Prefiero no contar el dinero que me he gastado durante el año en rol porque seguro que la respuesta será, como casi siempre, «demasiado».
En ese frenesí de adquisiciones sin duda ha tenido que ver la que durante buena parte del año ha sido la comidilla del mundo del rol, la llamada «burbuja rolera», como se ha dado en definir el aluvión de novedades que hemos visto en España durante este año. Algunas voces auspiciaban un hundimiento de la industria en referencia a un mercado que no puede asumir tal volumen de novedades. No voy a entrar a debatir el tema (básicamente porque no conozco los datos necesarios para hacerlo) pero prefiero creer que esta bonanza es positiva, y aunque en algunos momentos a mí al menos el bolsillo no me daba para todo, he intentado apoyar el producto publicado aquí todo lo posible, llegando a adquirir algún producto que ya tenía en inglés. Espero que 2016 sea igual de prolífico, y que eso signifique que más que una burbuja, nos encontramos ante un asentamiento definitivo del mercado rolero nacional. Una cosa es segura, los próximos Premios Poliedro van a estar de lo más disputados…
10. Lecturas de todos los colores. Y claro, con tanta compra y tanto nuevo contenido, y sin una saga que arbitrar, pues me he dado a la lectura. Decía en la última entrada del año pasado que uno de mis propósitos para 2015 iba a ser hacer todo lo posible por jugar a todo lo que quería jugar. Ese objetivo se ha cumplido razonablemente, como indico más abajo, pero ha tenido como efecto secundario que he leído mucho. De hecho, he leído casi todo lo que ha caído en mis manos, y no sé si será suerte, pero casi todo me ha dejado un buen sabor de boca. Además de mis ineludibles lecturas de todo lo que ha ido saliendo de Ars Magica y de los otros juegos que comento en esta entrada, este año he descubierto cosas tan diversas como Régime Diabolique, Expedición a la Tierra Hueca, Microscope, Pequeños Detectives de Monstruos, Lords of Gossamer and Shadow, Chill o Fiasco. Creo que nunca había variado tanto de género, y nunca había cerrado tantas veces un manual con la necesidad insidiosa de arbitrar una partida de lo que fuera que acababa de leer…
9. Partidas presenciales. Otro de mis propósitos para 2015 era que fuera un año igual de interesante pero con alguna partida presencial más. Y la verdad es que más o menos lo hemos conseguido: con lo que nos cuesta juntarnos para jugar en vivo, mi grupo ha tenido tiempo para jugar una partidita de Rêve de Dragon, otra de Victoriana, una de CdB y otra (que me perdí) dedicada a Matrioska. Además tenemos en marcha (recién empezada) una partida de 50 Fathoms que ha nacido con el ambicioso (para nosotros) reto de jugar una vez cada dos semanas mediante Skype y Fantasy Grounds. Y no nos ha cabido también una partidita de Aquelarre que al final se irá a enero. Además de eso, logré sacar tiempo para arbitrar una partida corta de La Llamada de Cthulhu a mi mujer y a mi cuñado que salió francamente bien, y que duró solo una sesión… pero de siete horas. Puede que parezca poca cosa para todo un año, pero la verdad es que a nivel personal me parece casi una proeza, y aunque alguna de esas partidas no vaya a pasar a la historia de nuestro grupo, lo importante es seguir probando y jugando…
8. Victoriana. Durante la primera mitad del año di bastante la tabarra con el juego victoriano de fantasía steampunk de Cubicle 7. La regulera respuesta que tuvo en mi grupo la única partida que arbitré, combinada con la llegada de otras lecturas roleras a mi pila de pendientes, hizo que dejara de hablar de Victoriana, pero he seguido leyéndome varios manuales del juego, por mucho que incluso la propia Cubicle 7 parezca tenerlo aparcado en favor de otros productos más populares. Me sigue pareciendo mucho más que «un juego de temática victoriana con enanos y elfos», y creo que hay mucho talento y mucho trabajo detrás del juego, aunque su sistema siga despertándome alguna que otra duda. No descarto volver a perseguir a mis pobres jugadores el año que viene con alguna partida más…
7. Rolemaster. Con la parada de mi saga de Ars Magica, en mi grupo nos hemos pasado la segunda mitad del año jugando a Rolemaster. Sigo llevando a un gruñón y soberbio alquimista dúranaki, del que debo decir que empieza a ser un milagro que siga vivo. Rolemaster siempre ha sido un juego letal, pero conforme los personajes van subiendo de nivel (estamos a punto de llegar a 7º) esa mortalidad es aún más patente, y en los últimos meses hemos encadenado varios combates en los que lo menos que hemos sufrido ha sido un miembro amputado. El juego de por sí ya hace que un paso en falso pueda suponer la muerte segura, pero es que además nuestro máster es duro como el acero, lo que hace que cuando sales vivo de sus durísimos encuentros, respires aliviado y te jures no volver a jugarte el pellejo así como así. Me lo paso muy bien con Rolemaster, pero confieso que en algún momento agradecería algún respiro en el que poder volver a confirmar que hacer un objeto mágico en Shadow World es infinitamente más complicado que en la Europa Mítica…
6. Savage Worlds. Si decía que mi descubrimiento en la primera mitad del año fue Victoriana, el de la segunda ha sido sin duda Savage Worlds. He pasado de no conocerlo a apuntarme (un poco por probar) a la preventa de la edición española por parte de HT Publishers y a, finalmente, consumir casi cualquier manual del juego que cae en mis manos. En pocos meses he devorado (y empezado a arbitrar) 50 Fathoms, he leído algunas cosas de Weird Wars Rome y estoy bastante enganchado a Beasts & Barbarians, de la que pronto empezaré a hablar por aquí. Le tengo echado el ojo a alguna de las ambientaciones de ciencia-ficción (Last Parsec me tira mucho…) y también tengo en cartera leerme los Companions. Como ya he comentado alguna vez, me gusta la sencillez y flexibilidad de su sistema, me gusta que al mismo tiempo no sea un juego «amable» (sin ser… Rolemaster) y me gusta que tenga un componente peliculero importante, pero sin pasarse. Sin duda, ahora mismo soy todo un converso… «salvaje». Veremos lo que dan de sí las andanzas de mis piratuelos…
5. El noviembre hermético. Hace no demasiado, en un arranque de imprudencia, decidí liarme la manta a la cabeza y dedicar el mes de noviembre a publicar un objeto mágico diario para Ars Magica en el blog. Fue un trabajo ímprobo que estuvo a punto de acabar conmigo, e hizo que el blog sufriera un pequeño cortocircuito de contenidos del que todavía no se ha recuperado del todo, pero me lo pasé bastante bien y volví a confirmar que el subsistema de objetos mágicos de Ars es una pequeña maravilla, y aúna una flexibilidad espectacular con un elemento lúdico de lo más interesante. De hecho, bien utilizado ni siquiera requiere tantos recursos de juego como parece, y se pueden hacer cosas bastante majas sin invertir mucho vis. Por si a alguien le interesa, los 30 objetos están recopilados aquí. Y por cierto, nunca he tenido más ganas de llevar un mago Verditius…
4. La muerte de la línea americana de Ars… La noticia saltaba allá por mayo, muy poco después de que el insigne David Chart anunciara que dejaba de ser director de la línea editorial de Ars Magica. Pocos días más tarde, Atlas Games anunciaba que la quinta edición terminaría cuando se publicaran los tres manuales que estaban por entonces en producción (y de los cuales han salido ya dos). Pese al mal sabor de boca de la noticia, y parafraseando a Chart, la verdad es que la línea de quinta edición es enormemente sólida, con nada menos que cuarenta volúmenes de una calidad indiscutible, y aunque no está del todo claro qué va a pasar ahora con el juego, hay material a espuertas para disfrutar. La cancelación también tuvo un efecto secundario beneficioso, que fue la colaboración que tuve el privilegio de hacer con Carlos de la Cruz de La Frikoteca: Ars Frikoteca fue un artículo publicado simultáneamente en los dos blogs, en el que se incluían nuestros respectivos cinco suplementos favoritos del juego. Fue una bonita despedida para una línea que, a día de hoy, ya solo tiene un suplemento en la recámara: Dies Irae. Porque todo juego de rol debe terminar con un Apocalipsis, sí señor…
3. …y el mortecino avance de la española. Mientras tanto, en España, la línea ha seguido sin arrancar definitivamente. En todo un año apenas nos hemos podido llevar a la boca un único suplemento, eso sí, de altísima calidad: La alianza rota de Calebais no solo mantiene toda su frescura como aventura de referencia para Ars 25 años después de su creación, sino que la edición española supera con creces el original americano en cuanto a valores de producción y estéticos. Tal vez por eso sabe doblemente a poco: cuando todo el mundo contaba con que Castas, la edición española de True Lineages, llegaría antes de final de año, no ha sido así y tendremos que irnos a 2016 para verlo en nuestras manos. Por frustrante que resulte, es comprensible que Holocubierta quiera hacer las cosas bien y sin prisas, así que toca armarse con un poquito (más) de paciencia y esperar que 2016 sea, ahora sí, el año del arranque definitivo de la línea en España.
2. Revista Aegis. Aunque no lo he comentado mucho en el blog, hace unos meses me incorporé al equipo de la revista Aegis, la publicación dedicada íntegramente a Ars Magica de la que en su momento se lanzó un número y cuyo proyecto se ha retomado con la aparición de la quinta edición en castellano. Como todo proyecto hecho de forma voluntaria la cosa se ha ido cociendo a fuego lento, pero el primer número está bastante avanzado, y con un poco de suerte debería ver la luz en los primeros meses del año. Personalmente, y como «recién llegado», me parece que está quedando francamente bien, lo cual no es de extrañar porque hay gente con muchas ganas y talento metida en el proyecto (y obviamente no me refiero a mí…). Es un proyecto que me ilusiona mucho, y no veo el momento de decir algo más concreto, pero por ahora lo dejaré aquí…
1. Ars Rolica. 2015 ha sido el primer año de vida completo del blog (que nació a mediados de 2014), y la verdad es que de nuevo, me lo he pasado muy bien escribiendo en él. Ars Rolica me sirve para muchas cosas: para divagar sobre lo divino y lo humano en Ars Magica, para conocerme un poco mejor como rolero y para tratar de hacer un poco de afición, que nunca está de más. Este año, además, he diversificado contenidos más que nunca y, una vez más, he podido conocer a gente muy maja de la rolesfera española por el simple hecho de escribir en este pequeño rinconcito. No sé cuándo me cansaré de escribir sobre Ars (o sobre cualquier otra cosa), pero mientras me llega ese momento, tengo la misma ilusión que el primer día…
Y eso es más o menos todo lo que ha dado para mí este 2015, que la verdad es que no está nada mal. Para 2016 pido más o menos lo mismo que pedía el año pasado: un poquito más de rol en presencial, el mismo ritmo de partidas por correo y, por qué no decirlo, el mismo buen tino a la hora de elegir nuevos juegos a los que hincarle el diente. Así que solo me queda desearos a todos un feliz 2016 lleno de felicidad y sobre todo, de mucho rol… ¡hasta el año que viene!