Bueno, lo prometí y lo suyo me ha costado, pero por fin está lista la traducción de la cuarta y última parte de la Tetralogía de las Cuatro Estaciones para Ars Magica, y no podría llevar un título más apto para estas fechas: El sueño de una noche de verano. Aunque digo que es la última, en realidad quiero decir que es la última en traducirse. De hecho cronológicamente fue la tercera que se publicó, allá por 1992, después de La tempestad y Cuento de invierno. Para acabar de liarla, en realidad dentro de una cronología hermética sería la primera, ya que narra el viaje de una alianza de Primavera a Verano. Le seguirían, por este orden, La tempestad, Cuento de invierno y, por último, Noche de Reyes. Sin embargo, yo no recomiendo especialmente jugar las cuatro partes con un mismo grupo y en una misma saga, creo que puede resultar bastante complicado.
La saga en cuestión está situada, como casi todas en ediciones anteriores, en Provenza, y presenta a los personajes y su alianza el mayúsculo reto de lidiar con la inminente cruzada albigense que está a punto de azotar esa región. El argumento se complica por obra y gracia de una trama aparentemente secundaria y relacionada con las hadas de la zona, avanzando hasta que ambas tramas se mezclan y los personajes deben tomar una serie de decisiones delicadas si quieren sobrevivir. Es lo que tiene el crecimiento de una alianza, que te obliga a tomar decisiones delicadas, y en este caso no lo son menos. Por el camino habrá intensas discusiones en un Tribunal, complejas negociaciones feéricas y turbios enfrentamientos contra un par de villanos bastante carismáticos que pueden fastidiar bastante los avances de los personajes.
Al contrario de lo que me pasó con Noche de Reyes, que recordaba más flojo y que me gustó bastante más al traducirlo, con El sueño de una noche de verano me he llevado un pequeño bajón. Lo recordaba mejor, aunque probablemente los casi treinta años transcurridos hacen que probablemente sea yo (y el mundo del rol en general) lo que ha cambiado. Sin ser un mal libro, tiene toda una serie de detalles que evitan que realmente resulte brillante. El primero es esa manía que tenían en tercera edición de presentar la Orden de Hermes como una organización paranoica y desconfiada, incluso con sus propios miembros, y eso alcanza cotas casi surrealistas en el capítulo dedicado al Tribunal, centrado en Doissetep, que como recordarán los más viejos del lugar era el sumun de esa Orden paranoica. El desarrollo de la trama general también es bastante limitado, y en realidad la saga apenas tiene tres partes principales divididas en cinco capítulos. Como siempre, se recomienda intercalarlas con historias de nuestra propia cosecha, sí, pero que no deja de saber a poco. Además, es bastante deus ex machina por momentos, aunque ese es un pecado del que adolecen otras partes de la Tetralogía. Y por encima de todo, el conflicto principal que hace de telón de fondo de la saga, la cruzada albigense, está tratado de puntillas en todo el libro. Se habla un poco de los cátaros, en un recuadro se habla de la destrucción de Béziers, se dice que es un gran peligro para los magi herméticos y… poco más. Creo que el tema daba para un desarrollo un poco más completo y rico… pero como digo, eran otros tiempos.
Sin embargo, el libro también tiene cosas muy interesantes. Si desbrozamos de paranoia el capítulo del Tribunal, tenemos un ejemplo bastante interesante de cómo se podría estructurar una de esas reuniones de magi, algo que creo que nunca se ha cubierto debidamente en quinta edición. También tenemos un buen ejemplo de cómo podría ser una alianza de otoño realmente poderosa dentro de la Orden con Doissetep, aunque ahí también tendremos que cribar algo de mala leche. La parte feérica también resulta interesante, aunque sea bastante arquetípica y tire bastante de clichés, y creo que los dos villanos, Hagen y su madre Alicia, pueden dar bastante juego (aunque Alicia necesitaría una revisión bastante profunda en ciertos aspectos si se quiere adaptar a quinta edición). En resumen, creo que combinado con Faith and Flame, el manual dedicado al Tribunal Provenzal, y con un poco de oficio por parte del narrador, se podría arreglar bastante la saga y dejarla jugable y más que disfrutable.
Eso sí, recordad como siempre que es un libro de tercera edición, y que me he limitado a traducirlo tal y como estaba, sin tocar nada. Por lo tanto, las estadísticas deberán ser adaptadas si queréis jugarlo en quinta. De hecho el proceso de traducción ha sido bastante curioso. Como comenté en su momento, este libro fue publicado en castellano por La Factoría, con traducción de quien esto escribe. En un primer momento pensé en reaprovechar la traducción, pero al echar un vistazo me di cuenta de que tenía unos cuantos errores bastante sonrojantes por mi parte. También comprobé que la labor de edición y corrección de la nefanda editorial brillaba por su ausencia. Entre eso y que, además, La Factoría sacaba manuales de ediciones anteriores de Ars «adaptados» a cuarta edición, que es la que publicaban ellos, al final he tenido que revisar/retraducir casi todo. La guinda ha sido la limitada calidad de la versión digital del libro y la dichosa adaptación a la maqueta de quinta edición, que me ha obligado a jugar constantemente con el tamaño de las imágenes. Por eso hay imágenes muy grandes, imágenes más pequeñas e imágenes que parecen ocupar más espacio del que deberían. No es un dechado estético, pero eran los sacrificios que había que hacer para que todo encajara. El resultado final es un PDF de 100 páginas con su portada y contraportada, sus marcadores y demás cositas habituales.
Y no me enrollo más, que en el fondo aquí lo que importa es la «chicha». Podéis descargaros el PDF aquí o haciendo clic en la imagen de inicio de esta entrada. Como siempre, cualquier cosilla que veáis que está mal, pegadme un toque y actualizo rápidamente PDF. Y una vez finiquitada la Tetralogía, tengo en mente recuperar algún otro material de ediciones anteriores, aunque aún no sé si será otra aventura o algo con un poco más de enjundia. Ya me lo pensaré cuando llegue el momento, antes creo que hay algo llamado Aegis que requiere algo más de mi atención…
Boriar
15 julio, 2021 at 1:06 pm
Muchas gracias por tan ímprobo esfuerzo.
¿Habrá posibilidad de publicación en físico como las otras partes?
Teotimus
15 julio, 2021 at 2:04 pm
Gracias, espero que lo disfrutes. En cuanto al tema de copia física, me temo que por ahora no es una opción. Con las otras partes fue algo que vino un poco por casualidad (y por la gestión de Holocubierta con Atlas). Ahora mismo eso no existe con esta parte… si eso cambiara, lo comentaría por aquí de inmediato.
Mago anónimo
15 julio, 2021 at 1:33 pm
Voy a ser el primero que lo pregunta, aprovechándome de toda la buena voluntad del autor de este blog 😉
¿y la posibilidad de una tirada en papel?
Teotimus
15 julio, 2021 at 2:05 pm
La buena voluntad la tengo toda… pero capacidad y permiso, no tantos. Como comento más arriba, ese permiso para imprimir en papel fue algo que gestionó más Holocubierta con Atlas, y por ahora no cubre esta cuarta parte…
Mario Donaire
17 julio, 2021 at 12:22 am
Es una auténtica obra de arte, gracias por regalárnosla. Me encanta cómo te quedan los planos y mapas.
Teotimus
17 julio, 2021 at 6:33 pm
Gracias, maestro. La verdad es que en este caso había algún mapa que venía bastante mal de origen y poco se podía hacer, así que… bueno, se ha hecho lo que se ha podido, como se dice. 😉
Lord Shakalor
17 julio, 2021 at 10:37 am
muchas gracias por el curro!
Como siempre, un trabajo fantástico
Teotimus
17 julio, 2021 at 6:34 pm
De nada, a mandar. A disfrutarlo, y a ponerlo en mesa si se puede, que es de lo que se trata…
Kuni Mizomura
19 julio, 2021 at 1:26 pm
Sin estamos ante la guinda para completar la tetralogía. Una guinda enorme y brillante.
Coincido plenamente en que el recuerdo que queda en la memoria puede diferir enormemente de lo que realmente es una cosa, canción o idea, pero al fin y al cabo se trata de que esa es la manera en que funciona el cerebro de la gente.
Para mí, El sueño de una noche de verano representó una explosión de claridad de lo que suponía la celebración de un tribunal hermético, esa reunión donde un montón de mago se reunían para mil posibles situaciones. Significaba la luz de un faro para poder navegar en aguas tenebrosas que siempre quería explorar. ¿Cómo funcionaba? ¿Quién decidía qué se discutía? ¿Cómo se elegía dónde se realizaba? ¿Qué sistema se usaba para llegar a acuerdo o decisiones?
Da igual que su relectura me haga ver ahora los “agujeros” narrativos o de cualquier otro tipo, para mí seguirá siendo el libro que me ayudó justo cuando y en lo que lo necesitaba, por más que coincida sobre las carencias o abusos en los que cae el suplemento, esas que tan certeramente señalas.
Mil gracias por esta impresionante aportación, como de costumbre abusas de tu capacidad para hacer maravillas como esta para obligar al resto a seguir tu estela.
P.S.De lo que comentas de Aegis: Me están empezando a echar en cara el retraso en la publicación del siguiente número, y eso al Avatar del ansia le hace pupa en su pequeño y ennegrecido corazón
Teotimus
19 julio, 2021 at 2:09 pm
Vaya, no sabía esa pequeña anécdota. A mí también me ayudó a visualizar mucho el tema de Tribunales, es indiscutible. Y tenía muy buen recuerdo de él (aunque no tan bueno como La tempestad, que supongo que hizo conmigo y la historia Orden-Diedne lo mismo que El sueño hizo contigo y los Tribunales), pero como comentaba, lo que más me ha sorprendido ha sido la pobreza en el desarrollo y esa Orden tan ultraparanoica (y bully) que presenta. Por suerte, en quinta la cosa se ha enmendado bastante, y creo que sería un experimento curioso jugarla en el paradigma actual…
Aegis: no mentes a la bicha hasta que esté presentable… ;(