La última entrada de este Noviembre hermético es otra colaboración externa, y es una colaboración muy especial. Ha sido creada por el llamado Alto Consejo de Arazas, una troupe de jugadores de Ars Magica que me consta que le dan mucha caña al juego, y que este año se han apuntado a participar con una aportación que es mucho más que un simple laboratorio: es también una semilla de aventura, y una muestra de la versatilidad que tiene el sistema de Ars Magica, que permite crear objetos tan maravillosos y mágicos como la encina que protagoniza esta historia. Por motivos de extensión, he decidido hacer una excepción en este caso y colgar ya esa colaboración debidamente maquetada tal y como aparecerá en la próxima edición del Libro de los Noviembres Herméticos. Podéis descargaros ese pequeño gran aporte de aquí. Por si todo eso fuera poco, el texto está decorado con una espectacular ilustración exclusiva de la mano del gran Néstor Solano, que me consta que es miembro del susodicho Alto Consejo. Esa misma ilustración es la que encabeza esta entrada.
Y con este magnífico colofón llega a su fin el Noviembre hermético de este año. Como siempre, ha sido una carrera tan agotadora como emocionante, y como siempre, por momentos he creído que no llegaría a cumplir las treinta entradas. Pero un pequeño sprint en esta última semana y, sobre todo, las diversas colaboraciones externas que he recibido, han contribuido a que la empresa haya concluido con éxito. Mañana (o cuando recupere el resuello) colgaré una última entrada a modo de epílogo con algunas impresiones y, claro, los nombres de quienes se llevarán los humildes premios que prometí sortear entre todos los colaboradores.
Pero eso será mañana, o cuando toque. Ahora mismo solo quiero devolver el amasijo de páginas arrugadas que hace un mes era mi manual de Alianzas y descansar un poco…
Idabaoth
30 noviembre, 2019 at 5:05 pm
Felicidades por llegar a una meta que, por momentos, parecía inalcanzable. Y felicidades al Alto Consejo, ya que con colaboraciones como esta supongo que es difícil desfallecer.
Muchas gracias, maese Teotimus, por esta aventura tan entretenida.
Teotimus
30 noviembre, 2019 at 8:26 pm
Gracias a todos los que habéis ido leyendo y, sobre todo, colaborando con esta bendita locura. Sin vosotros habría sido, lilteralmente imposible. O bien habría acabado con Informidad a 9, claro… 🙂
Mario Donaire
30 noviembre, 2019 at 5:24 pm
Me uno a las felicitaciones de Idabaoth. Enhorabuena por el resultado. ¡Ha quedado impresionante este Noviembre Hermético! Gracias de nuevo.
Teotimus
30 noviembre, 2019 at 8:28 pm
Gracias a vos, maestro. Es un honor contar siempre con vuestras aportaciones en mi humilde morada…
Kuni Mizomura
30 noviembre, 2019 at 6:59 pm
Parece que cuando la premura y la falta de tiempo apremian al magister Teotimus el resultado de su ya meritoria obra mejora exponencialmente.
Mal dato para ser conocido por aquellos que están deseoso de leer más de lo bueno y mejor que de su pluma sale, pues nos convertirá en molesta y determinada bandada de pedigüeños, esperanzados de que nuestro revoloteo incordiante de peticiones tengan resultado.
Felicidades Magister Teotimus
… ¿se puede hacer ya campaña para el noviembre de 2020?…
Teotimus
30 noviembre, 2019 at 8:29 pm
¡Me haréis sonrojar, Maese Mizomura! Aun así, mirando atrás creo que, con un par de excepciones en las que no tenía el día muy inspirado, creo que al final ha quedado algo muy resultón y que, espero, pueda ser de utilidad para la comunidad hermética. Y las aportaciones han sido todas canelita fina… Solo por eso ya me doy por satisfecho.
¿Y para 2020…? ¡No me dais un respiro! Así de primeras lo que me pide el cuerpo es hacer familiares, pero como siempre, estoy abierto a sugerencias. ¿Tal vez algunos rivales de la magia hermética, hechos y derechos…? 😉