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Taller de personajes: Felipe de Cebreiro, trovador

17 Sep

Rescato esta olvidada sección del blog para apuntarme a la iniciativa recién surgida en la comunidad de Ars Magica en Google+ de crear una alianza de forma colectiva. (Más información aquí, por si a alguien quiere le interesa). La primera fase consiste en la creación de un compañero que formará parte de una alianza situada en Iberia, y de la que ahora mismo se saben muy pocas cosas más. La cosa me ha pillado en un momento en el que ando bastante liado, pero al final he logrado sacar una manita para desarrollar un concepto al que le había dado un par de vueltas alguna vez. ¿Qué alianza ibérica no tendría un juglar como Dios manda? Bueno, en este caso lo de «como Dios manda» no sé si se cumple, pero bueno. Sea como sea, aquí les presento a todos ustedes a…

Felipe de Cebreiro

Características: Inteligencia +1, Percepción +1, Presencia +2, Comunicación +2, Fuerza 0, Vitalidad +1, Destreza +1, Rapidez +1

Tamaño: -2 Confianza: 2 (5)

Virtudes y Defectos: Afinidad con Música Encantada, Características Mejoradas x2, Clarividencia, Determinación, Maña con Música Encantada, Música Encantada, Suerte; Alegre, Enano, Entrometido, Maldición de Venus

Habilidades: Atención (alerta) 1, Clarividencia (duendes) 2, Conocimiento de Área: Galicia 2, Don de Gentes (nobles) 2, Embaucar (mentir a la autoridad) 3, Encanto (amor cortesano) 4, Lenguaje: Castellano (romance) 5, Música (flauta) 5, Música Encantada (amor) 5+2, Pelear (puñetazo) 3, Prestidigitación (trucos «mágicos») 1, Regatear (hospedaje) 2, Sigilo (esconderse) 2, Socializar (mantener sobriedad) 1, Supervivencia (bosques) 1

Año de nacimiento: 1197 Edad: 23 Estatura: 1,03 m Peso: 55 kg

Cabello: Castaño Ojos: Avellana

Rasgos de Personalidad: Alborotador +2, Encantador +2, Cruel +1

Combate:

  • Cuchillo: Ini +1, Ata +6, Def +5, Daño +2
  • Puñetazo: Ini +1, Ata +4, Def +4, Daño +0
  • Esquiva: Aguante: +1 Fatiga: +1

Equipo: Flauta, cuchillo, jubón y calzas de colores extravagantes

Trasfondo: Felipe nació en el pueblo gallego de Cebreiro. «Nacer» tal vez no sea la palabra adecuada, porque en realidad fue hallado una mañana a la puerta de la casa de una pareja de lugareños algo entrados en años. Como no tenían hijos, los lugareños hicieron oídos sordos a los vecinos que hablaban sobre el origen «embrujado» del niño y lo acogieron y criaron como si fuese suyo. Pronto se dieron cuenta de que el pequeño Felipe no era como los demás niños: era despierto, ágil e inteligente, pero algo iba mal en su crecimiento. Su cuerpo nunca dejó de ser el de un niño en cuanto a estatura, y aunque sus rasgos sí se convirtieron en los de un atractivo adolescente y sus músculos ganaron en volumen, nunca superó el metro de estatura. El chico pronto hizo gala de una habilidad inusual para la música, llegando a embrujar, literalmente, a quienes la escuchaban, que hacían lo que quería el muchacho. Un muchacho que también parecía tener una vena traviesa, casi cruel, lo que a menudo le metía en problemas con algunos habitantes del pueblo. Todo eso hizo que, poco después de cumplir los dieciséis años, fuese expulsado de Cebreiro contra la voluntad de sus padres. El pequeño Felipe se marchó de casa con una hogaza de pan, algo de agua y una flauta que su padre, carpintero, había tallado para él.

Felipe empezó a vagar por la región, explotando su talento con la música, que fue perfeccionando al unirse a otros trovadores. Su encanto natural, sus rasgos agraciados y su lengua meliflua, combinados con su pequeña estatura, le convertían en una imagen única y popular en todas las poblaciones. La gente acudía en tropel a ver la actuación de un enano que tocaba una música celestial, decían unos, diabólica, según otros. Pronto se convirtió en un seductor irredento, aunque casi siempre atraía más a las mujeres que menos le interesaban, que en muchos casos llegaban a perseguirle después de sus actuaciones. Mientras viajaba y tocaba vivió su cupo de romances y aventuras, no todas ellas de corte mundano: otro de sus dones extraños era el de poder ver lo que otras personas no ven, el mundo sobrenatural, el que hay más allá del nuestro. En otras palabras, era clarividente, y a menudo se dedicaba a perseguir por bosques y parajes extraños a las esquivas criaturas que veía con su don especial, deseoso de conocerlas mejor. En una de esas ocasiones, en las que se metió donde no debía, fue capturado por un hada oscura que tuvo a bien convertirlo en una de las mascotas de su corte. El pobre Felipe habría llevado una existencia bastante penosa, expuesto a los caprichos del hada, de no haber aparecido por allí un pequeño grupo de magi herméticos que acudieron a tratar con la dama feérica y que, tras conocerle, consiguieron liberarlo de sus penurias.

Cuando los magi conocieron las cualidades especiales de Felipe, le ofrecieron una morada estable en la alianza y un acuerdo para convertirse en «agente» de la alianza en las poblaciones cercanas, en especial en los lugares a los que los magos herméticos no podían acceder fácilmente por culpa del Don. Desde entonces Felipe se convirtió en espía, mensajero y embajador de la alianza en las tabernas, cortes y festivales rurales de la región. Allí, el trovador escucha rumores, contacta con comerciantes y transmite mensajes, aunque es un alma demasiado libre como para mantener una relación «comercial» de este tipo sin causar algún desaguisado. El número de taberneras y damiselas seducidas por el Enano Flautista (como le llaman algunos) es solo comparable a la cantidad de presuntos «rivales» suyos que han sufrido percances inexplicables…

Descripción: Felipe es un juglar insólito. Mide apenas un metro de estatura, aunque tiene la constitución de una persona adulta. Tiene el pelo castaño ensortijado, ojos de color avellana claro y unos rasgos agraciados, acompañados de una voz melódica y sensual. Suele vestir con ropajes de colores extravagantes, a menudo combinando rojos y amarillos. No se separa nunca de su flauta, de la que puede extraer las notas y melodías más maravillosas que hayan oído quienes acuden a verle actuar. Tiene un pico de oro y sabe engatusar a casi cualquier persona, aunque quienes le conocen un poco mejor saben que también tiene un lado algo más pendenciero, casi malicioso. Le gusta beber hasta la extenuación y en ocasiones ha utilizado su don con la música para causar dolor o gastar bromas pesadas a sus víctimas. Su lado «travieso» le ha causado algún que otro problema en la alianza, pero sus servicios son demasiado valiosos para que puedan prescindir de él sin pensárselo dos veces. Naturalmente, eso cambiará el día que enoje a alguien con suficiente poder como para poner en aprietos a la alianza…

Podéis encontrar la ficha de Felipe de Cebreiro, creada en Metacreator, aquí.

 
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Publicado por en 17 septiembre, 2018 en Miscelánea

 

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