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Los casos de Faustus (II): Los magi de Estancia-es-Karida

02 Nov

Caso: Una alianza apoya a un noble mundano en el conflicto entre reinos cristianos y musulmanes en el sur de Iberia. ¿Están infringiendo la ley hermética?

Escenario: Tribunal de Iberia

Mientras se encuentra estudiando en Duresca, Faustus intercambia diversas epístolas con su buen amigo Viatorius, de la alianza de Mons Perditus. En uno de sus mensajes, el magus Criamon habla de su reciente visita a Estancia-es-Karida, una alianza situada cerca de Granada, en lo que en tiempos fuera una villa romana. Se trata de una de las alianzas con mayor presencia de magos musulmanes, lo que a priori hace que ocupe una posición contraria a la Reconquista. En su carta, Viatorius menciona de pasada cómo los magos de la alianza colaboraron de forma activa con el monarca del reino granadino en su lucha contra los cristianos. (Más información al respecto en una entrada previa del taller de personajes). Preocupado por una posible violación del Código Hermético, el siempre inquieto Faustus decide viajar al sur de Iberia para determinar si se ha cometido algún delito y, si es así, personarse como acusación como representante de la Orden de Hermes en el próximo Tribunal.

Las investigaciones de Faustus no solo le llevan a hablar con los magi de Estancia-es-Karida, sino también a informarse de la compleja situación en Granada, un reino cada vez más acorralado por los monarcas cristianos. Según parece el emir Alahmar de Granada mandó un emisario a la alianza con una petición de ayuda frente a las cada vez más abundantes tropas cristianas que acosaban su reino, conocedor de los “brujos” que vivían cerca de la ciudad. A cambio, les ofrecía abundantes cantidades de plata y, lo más importante, el acceso a ciertos antiguos pergaminos que se encontraban en la biblioteca de la ciudad, que podrían contener información útil para los magi (como así fue). Los magi aceptaron la oferta del emir y jugaron un papel trascendental en la decisiva batalla que tuvo lugar a las afueras de la ciudad, invocando una bruma en el momento clave de la batalla que desorientó a las tropas cristianas, haciendo que avanzaran de cabeza hacia unos pozos invocados mágicamente y llenos de afilados pinchos en el fondo. Los soldados del emir hicieron el resto, obteniendo una victoria fácil en la que además nadie, salvo los comandantes del ejército granadino, fueron conscientes siquiera de que había «brujos» en las cercanías, con lo cual cualquier posibilidad de que la Orden sufra represalias parece bastante reducida.

Faustus está ante una curiosa tesitura. Los actos de los magi de Estancia-es-Karida son una clara violación de la cláusula del Código Hermético que prohíbe interferir con mundanos. Sin embargo, es una cláusula cada vez más polémica ante una Europa Mítica en la que cada vez hay menos lugares apartados donde los magi puedan «ocultarse», y donde cada vez es más inevitable acabar ineractuando con la nobleza o incluso la Iglesia. La aplicación de esta cláusula es una de las que más claramente separa a Conservadores de Progresistas en las filas de la Casa Guernicus, y Faustus tiende más a estar del lado de los segundos, abogando por una readaptación de las leyes herméticas al mundo actual. Dudando entre qué hacer, una última visita a Estancia-es-Karida acaba de convencerle cuando habla con uno de los Ex Miscellanea que viven allí, Terril Adan, quien propone como defensa un argumento que es difícil rebatir: la colaboración con Alahmar también tenía una parte de defensa por parte de la alianza, que ha sufrido mucho durante los conflictos que han sacudido la zona en décadas pasadas. Solo la reciente creación del emirato de Granada les ha proporcionado cierta estabilidad y capacidad de prosperar, y cualquier cambio brusco en el statu quo local podría considerarse casi como una pérdida de poder mágico. En el fondo, los magos de Estancia-es-Karida estaban casi actuando en legítima defensa.

Faustus regresa a Duresca con una decisión tomada a nivel personal, pero presenta la cuestión al resto de Quaesitoris de la alianza. Progresistas y Conservadores votan en consonancia con sus convicciones y finalmente son los primeros los que obtienen una victoria por muy escaso margen. La decisión final será no presentar una acusación formal contra Estancia-es-Karida, aunque en el próximo Tribunal se les llamará al orden para que este tipo de acciones no se repitan en el futuro, para evitar riesgos (y posibles castigos).

(Este es uno de esos casos en los que tener un Quaesitoris Progresista o Conservador al frente de la investigación puede suponer una importante diferencia; por suerte para Estancia-es-Karida, Faustus mira hacia el futuro, y no hacia el pasado…).

Veredicto: Se decide no presentar cargos contra Estancia-es-Karida por sus acciones, pero se les llamará al orden en el próximo Tribunal para que evite este tipo de comportamientos en el futuro.

 
4 comentarios

Publicado por en 2 noviembre, 2016 en Miscelánea

 

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4 Respuestas a “Los casos de Faustus (II): Los magi de Estancia-es-Karida

  1. Carlos de la Cruz

    3 noviembre, 2016 at 12:43 am

    Ya sé que la Casa Flambeau se ha «descafeinado» mucho en la última edición con respecto a cómo los presentaban en ediciones anteriores… pero no dudo de que habrá Magus en el Tribunal que no verán con buenos ojos esta sentencia.

     
    • Teotimus

      3 noviembre, 2016 at 9:28 am

      Totalmente de acuerdo. Esta es la típica decisión que no solo levanta ampollas, sino que incluso sienta un precedente. Sin duda, los Flambeau habrán tomado nota… 😉

       
  2. reiizumi7

    3 noviembre, 2016 at 6:24 pm

    ¿Podrían también presentar los antiguos pergaminos como algo mágico «recuperado» de entre los magi y/o hechiceros no-herméticos?
    Las leyes herméticas son tan complicadas que bien podrían decir que obtener esos pergaminos era una necesidad dentro de sus estudios y que al mismo tiempo podían ser también defensa propia si quitaban de la circulación pergaminos que en malas manos podrían ser perjudiciales.

    Aun así, queda claro que les salva tener progresistas entre las filas, nada les salvaba de una sanción bastante grande con los conservadores.

     
    • Teotimus

      3 noviembre, 2016 at 10:54 pm

      Efectivamente, esto era un poco una cuestión de quién tenía el primo de Zumosol más cachas.

      Lo de usar los pergaminos como justificación no lo había pensado, por forzar el argumento que no sea… 😉

       

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